Álvaro Uribe Vélez, el expresidente colombiano conocido por su postura firme en asuntos internacionales, ha reconocido públicamente al Dr. Edmundo como el presidente electo de Venezuela, subrayando que la prioridad absoluta es la destitución de Nicolás Maduro. Uribe, en un discurso cargado de crítica y reflexión, enfatizó que lo esencial en este momento es que el Dr. Edmundo asuma la presidencia de Venezuela para restaurar el orden y la estabilidad en el país.
Uribe también abordó el contexto político en Colombia, señalando la complejidad de las relaciones internacionales y las contradicciones de las posturas gubernamentales hacia la dictadura venezolana. En su intervención, hizo un repaso crítico de la postura del gobierno colombiano hacia el régimen de Maduro a lo largo de los años. Hizo referencia a los adversarios claros de la dictadura venezolana y a los amigos leales que han defendido los intereses de la libertad y la democracia en la región.
Particularmente, Uribe destacó la figura del expresidente Juan Manuel Santos, quien, a su juicio, mostró una postura ambigua y traicionera respecto a Venezuela. Santos, que en sus primeros años como candidato criticaba duramente el régimen de Maduro, cambió de postura al asumir la presidencia. En lugar de continuar con una línea firme contra la dictadura, Santos pasó a declarar a Venezuela como un “nuevo amigo” en un contexto de negociación con las FARC, lo que, según Uribe, implicó un acto de capitulación que perjudicó a Colombia.
Durante su mandato, Santos habría tomado decisiones que, a ojos de Uribe, favorecieron a la dictadura venezolana en detrimento de los intereses colombianos y de la justicia internacional. Uno de los gestos que Uribe resalta es la entrega de Walid Makled, un importante narcotraficante que había sido capturado y cuya deportación a Venezuela se realizó para evitar que delatara a miembros del régimen en los Estados Unidos. Este acto, para Uribe, fue una clara muestra de cómo Santos priorizó las relaciones diplomáticas con el régimen venezolano sobre la justicia y la transparencia.
Asimismo, Uribe criticó la deportación del joven Lorent Saleh, un activista venezolano que fue entregado a las autoridades de Maduro bajo condiciones ilegales, resultando en su encarcelamiento en un calabozo de la dictadura. Para Uribe, esta acción fue una clara violación de los derechos humanos y una prueba más de la traición de Santos a los principios democráticos y a la defensa de los derechos fundamentales.
En conclusión, Álvaro Uribe Vélez ha hecho un llamado a la comunidad internacional y a los líderes políticos a centrarse en la restauración de la democracia en Venezuela mediante el apoyo al Dr. Edmundo como presidente electo, mientras critica duramente la postura de las administraciones colombianas previas y sus decisiones en relación con el régimen de Maduro.
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