Injusticias en la Fuerza: Un Llamado a la Acción

El General Eduardo Zapateiro, excomandante del Ejército Nacional de Colombia, ha defendido con firmeza la apoliticidad y la integridad de la Fuerza Pública en el contexto de los ascensos militares. Ante las declaraciones del actual comandante, General Luis Emilio Cardozo, sobre la influencia del gobierno nacional en las decisiones de ascenso, Zapateiro subraya que estas decisiones deben basarse exclusivamente en el mérito y el desempeño profesional de los oficiales, en lugar de criterios ideológicos.

Zapateiro enfatiza la importancia de mantener la autonomía de la institución militar, argumentando que la confianza del pueblo en sus fuerzas armadas depende de su compromiso con los principios de honor y respeto. Advierte que cualquier politización de los procesos de ascenso podría erosionar la cohesión y la unidad dentro de la Fuerza, poniendo en riesgo su efectividad y su relación con la ciudadanía.

Asimismo, hace un llamado a la reflexión a todos los líderes militares sobre el legado que desean dejar, instándolos a actuar con responsabilidad y a proteger los valores fundamentales que han guiado a la Fuerza Pública a lo largo de su historia. La defensa de la dignidad de los hombres y mujeres en servicio es una prioridad, y Zapateiro reitera su compromiso con una Fuerza que sirva a la nación sin prejuicios políticos.

Zapateiro, al invitar a Cardozo a hacerse “moler por sus hombres”, subraya la necesidad de un liderazgo que esté presente, que no solo dirija desde una posición elevada, sino que esté en el terreno, entendiendo y apoyando a sus tropas en todas sus dificultades. Este tipo de liderazgo es esencial para forjar una conexión auténtica con los subalternos, lo que, a su vez, crea un ambiente de respeto y lealtad.

Además, el General Zapateiro hace un llamado a la dignidad de los miembros de la Fuerza, resaltando que todos aquellos que han servido a la nación merecen ser tratados con justicia y respeto. Al hacerlo, recuerda que su legado debería ser uno de integridad y humanidad, y no de indiferencia ante las injusticias que puedan estar ocurriendo dentro de la institución.

La exhortación a Cardozo para que no permita que se sigan cometiendo injusticias también refleja una preocupación más amplia por la salud institucional. Una Fuerza que no cuida de sus propios hombres y mujeres pierde su esencia y su misión de servir al pueblo colombiano. La lucha por la dignidad y la justicia es un pilar fundamental que debe ser defendido con firmeza.

Finalmente, el mensaje se cierra con un abrazo de hermandad, lo que resalta la camaradería que debería existir entre los líderes y sus tropas. Este gesto simboliza la esperanza de que, a pesar de los desafíos, se puede construir un futuro en el que la Fuerza Pública sea un ejemplo de honor y compromiso.