La polémica en torno al presidente Gustavo Petro alcanzó un nuevo nivel tras conocerse la decisión de Estados Unidos de retirarle la visa, medida que generó un terremoto político tanto en Colombia como en el ámbito internacional. La reacción no se hizo esperar, y una de las voces más críticas fue la de la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal, quien cuestionó duramente al mandatario y lo responsabilizó del deterioro de la relación bilateral con Washington.
“Petro se dedica a incendiar la relación con Estados Unidos en lugar de trabajar por una diplomacia seria que traiga beneficios a los colombianos”, afirmó la congresista en un pronunciamiento que se viralizó rápidamente en redes sociales. Para Cabal, la decisión del Gobierno norteamericano es una consecuencia directa de las posturas y declaraciones del jefe de Estado, a quien acusa de aislar al país en el escenario internacional con su estilo confrontacional.
La senadora recordó que la alianza entre Colombia y Estados Unidos ha sido estratégica durante décadas, no solo en materia de cooperación militar y de seguridad, sino también en el ámbito comercial, político y económico. En su opinión, Petro ha desperdiciado esa tradición histórica con discursos incendiarios y posiciones ideológicas que “ponen en riesgo la estabilidad nacional y los intereses del país”.
El retiro de la visa al mandatario colombiano fue interpretado por amplios sectores de la oposición como una señal de rechazo y desconfianza hacia su gestión. Según analistas, este tipo de decisiones son poco comunes en la diplomacia estadounidense y envían un mensaje contundente sobre la inconformidad frente al rumbo de la administración Petro.
No obstante, desde sectores cercanos al Gobierno la medida fue interpretada de manera diferente. Algunos defensores del presidente aseguraron que se trata de un acto de presión política por parte de Washington, y advirtieron que no se puede permitir que una potencia extranjera intente condicionar las decisiones soberanas de Colombia. Para ellos, la decisión estadounidense no es un golpe contra Petro en lo personal, sino un intento de debilitar sus posiciones críticas frente a temas como el conflicto en Gaza, el manejo de la política antidrogas o el papel de las potencias en la economía global.
En medio de este debate, Cabal insistió en que el país no puede seguir expuesto a lo que calificó como “caprichos” del presidente, y que es urgente recuperar la confianza con socios internacionales estratégicos. “No es posible que Colombia pierda décadas de construcción diplomática por culpa de un mandatario que se dedica a dividir y confrontar en lugar de tender puentes”, aseguró.
La controversia sigue escalando y promete convertirse en uno de los temas más calientes del panorama político. Mientras la oposición multiplica sus críticas y exige explicaciones, el Gobierno guarda silencio sobre los alcances reales de la medida y su impacto en la agenda internacional del presidente. Lo cierto es que el retiro de la visa no solo supone un golpe simbólico para Petro, sino que también abre interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre Bogotá y Washington en un momento de alta tensión política.
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