El panorama político colombiano rumbo a las elecciones presidenciales de 2026 sigue sumando nombres y reacciones. Uno de los movimientos que más llamó la atención en las últimas horas fue el anuncio oficial de Juan Carlos Pinzón, exministro de Defensa y exembajador de Colombia en Estados Unidos, quien confirmó que entrará en la contienda para la Casa de Nariño. La noticia no solo generó expectativa en distintos sectores, sino también elogios de parte de figuras públicas que vieron en su aspiración una alternativa seria dentro del escenario político nacional.
Uno de los más entusiastas fue el abogado Abelardo de la Espriella, conocido por sus posturas firmes y su rol mediático en la opinión pública, quien no dudó en expresarle respaldo verbal a Pinzón. A través de sus redes sociales y declaraciones a medios, De la Espriella calificó al exfuncionario como “un gran conocedor de lo público” y destacó su experiencia en asuntos de Estado, particularmente en temas de seguridad, defensa y relaciones internacionales.
“Colombia necesita líderes que conozcan las entrañas del Estado, que no improvisen y que sepan cómo se maneja lo público. En ese sentido, Juan Carlos Pinzón tiene un recorrido impecable y merece ser tenido en cuenta en la discusión presidencial”, aseguró De la Espriella, marcando distancia con otros aspirantes a quienes ha criticado por falta de preparación o excesivo populismo.
Pinzón, recordado por haber sido una de las fichas más técnicas en los gobiernos anteriores y por su papel en el fortalecimiento de la cooperación bilateral con Estados Unidos, intenta posicionarse como una opción de centro con énfasis en la seguridad ciudadana, el orden institucional y la política exterior. Su candidatura, según analistas, busca captar el voto de quienes están inconformes tanto con la gestión del actual Gobierno de Gustavo Petro como con las posturas radicales de otros sectores.
El espaldarazo de De la Espriella podría convertirse en un elemento simbólico de apoyo desde sectores de opinión conservadores y liberales a la vez, pues el abogado ha mantenido interlocución con diferentes corrientes políticas en el pasado. Sin embargo, la candidatura de Pinzón también genera preguntas sobre su capacidad de conectar con la ciudadanía más allá de su trayectoria técnica, un reto en un país donde el carisma y el discurso populista suelen tener gran peso electoral.
De la Espriella, en sus declaraciones, subrayó además que el país necesita “más gestión y menos ideología” y que Pinzón podría encarnar esa visión. No obstante, aclaró que, por ahora, su respaldo no implica militancia política directa, sino un reconocimiento público a lo que considera una hoja de vida respetable.
Con esta adhesión simbólica, el nombre de Pinzón entra con mayor fuerza al debate público. Mientras tanto, los partidos tradicionales aún barajan si lo apoyarán oficialmente o si optarán por lanzar candidaturas propias. Lo cierto es que el camino hacia la presidencia ya se empieza a calentar, y las alianzas, respaldos y críticas marcarán el pulso de los próximos meses.
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