La tensión diplomática entre Colombia y Estados Unidos sigue escalando. Después de que el presidente Gustavo Petro confirmara públicamente que su visa fue revocada por parte del Departamento de Estado, ahora se conoció que la ministra de Igualdad y Equidad también se habría quedado sin autorización para ingresar al territorio estadounidense. La medida, que se suma a la lista de funcionarios del actual Gobierno a quienes se les ha retirado este documento, desató una ola de reacciones tanto en el ámbito político como en la opinión pública.
Lo más llamativo del episodio no fue solo la decisión de Washington, sino la forma en que la Ministra decidió responder. A través de sus redes sociales, publicó un mensaje considerado “insólito” por muchos usuarios: en lugar de manifestar preocupación por la sanción, se refirió con ironía a la importancia de la visa estadounidense y aseguró que “su compromiso es con los colombianos y no con un sello en un pasaporte”.
El mensaje rápidamente se viralizó, dividiendo a la ciudadanía. Mientras algunos aplaudieron su actitud desafiante, destacando que es momento de que los funcionarios de alto rango del país “dejen de depender de Estados Unidos para validar su trabajo”, otros criticaron lo que consideran una postura ligera frente a un hecho que refleja un deterioro de las relaciones bilaterales.
Analistas en política internacional han advertido que la acumulación de este tipo de sanciones puede traer repercusiones serias para Colombia. La revocatoria de visas a funcionarios claves podría complicar los diálogos diplomáticos, entorpecer acuerdos comerciales y hasta afectar la cooperación en materia de seguridad. “Más allá del gesto político, estas decisiones son un mensaje de que la Casa Blanca no ve con buenos ojos el rumbo que está tomando el Gobierno Petro”, explicó un experto consultado.
Por su parte, la oposición no dejó pasar el momento. Varios congresistas señalaron que lo sucedido con la Ministra de Igualdad es “la confirmación de un aislamiento internacional” y que Colombia está pagando el costo de la confrontación ideológica que mantiene el Presidente con Washington. Incluso, algunos líderes advirtieron que estas medidas podrían tener un efecto directo en programas de cooperación social que benefician a comunidades vulnerables en el país.
Pese a la polémica, la Ministra no borró su publicación y en las horas siguientes reforzó su discurso con nuevas declaraciones en las que señaló que “la dignidad de Colombia no se negocia” y que el país debe mirar hacia nuevos aliados en el escenario internacional. El Gobierno, hasta ahora, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre esta nueva revocatoria, pero todo indica que el episodio seguirá alimentando el debate sobre el futuro de las relaciones entre Bogotá y Washington.
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