La tensión en Colombia continúa en aumento mientras el proceso de selección del nuevo fiscal general de la Nación sigue su curso. En medio de este escenario, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha lanzado una amenaza que ha generado preocupación y debate en todo el país. El CRIC ha anunciado que, de no haber una decisión pronta sobre el nombramiento del nuevo fiscal, podrían reactivar la minga indígena y llevar a cabo una marcha hacia Bogotá como medida de presión sobre la Corte Suprema de Justicia.
La minga indígena es una forma tradicional de protesta y resistencia en la cultura indígena de Colombia, que ha sido utilizada históricamente para reclamar derechos y exigir justicia. El anuncio del CRIC de reactivar la minga y marchar hacia la capital del país es una señal clara de la gravedad del asunto y de la determinación de los pueblos indígenas en su lucha por la defensa de sus derechos y su territorio.
Esta amenaza ha generado un profundo impacto en la opinión pública y ha puesto de manifiesto las tensiones latentes en la sociedad colombiana en torno al proceso de selección del nuevo fiscal. Si bien la minga indígena es una manifestación legítima de protesta, el hecho de que se plantee como respuesta a un proceso judicial plantea interrogantes sobre el papel de la justicia y el sistema político en la resolución de conflictos sociales.