El expresidente Iván Duque volvió a encender el debate político en Colombia al cuestionar fuertemente la política exterior del Gobierno de Gustavo Petro. Durante un pronunciamiento público, el exmandatario aseguró que el país está “legitimando dictaduras” al estrechar relaciones con gobiernos como los de Venezuela, Cuba y Nicaragua, lo que, en su criterio, representa un retroceso en la defensa de la democracia y los derechos humanos en la región.
Duque enfatizó que las decisiones del actual Ejecutivo en materia internacional no solo comprometen el liderazgo de Colombia en Latinoamérica, sino que además envían un mensaje equivocado frente a la comunidad internacional. “No se puede hablar de paz total y al mismo tiempo cerrar los ojos ante regímenes que persiguen a la oposición, restringen las libertades y violan los derechos fundamentales de sus ciudadanos”, afirmó el exmandatario.
El pronunciamiento de Duque se produjo tras conocerse los avances de nuevas iniciativas binacionales con Venezuela, especialmente en temas de comercio y seguridad fronteriza, que el gobierno Petro considera claves para la integración regional. Sin embargo, para el expresidente, estas medidas no representan cooperación legítima sino un aval a gobiernos que, según él, han estado vinculados con corrupción, narcotráfico y autoritarismo.
“Colombia siempre ha sido un faro democrático en América Latina. No podemos perder esa tradición de liderazgo moral. Lo que hoy se está haciendo es darle la espalda a millones de personas que sufren bajo esas dictaduras”, recalcó.
El Gobierno Nacional, por su parte, ha defendido su estrategia diplomática, asegurando que las relaciones internacionales deben construirse sobre la base del diálogo y la cooperación, sin aislamientos que profundicen los conflictos. Para el presidente Petro, abrir espacios de encuentro con gobiernos como el de Nicolás Maduro en Venezuela o Miguel Díaz-Canel en Cuba, es parte de su apuesta por una “paz regional” que involucre a todos los actores.
No obstante, la visión de Duque refleja la división política interna que atraviesa el país de cara a las elecciones de 2026. Mientras un sector apoya la idea de una diplomacia abierta e inclusiva, otra parte insiste en que Petro está debilitando la posición histórica de Colombia frente a la defensa de la democracia.
El debate, que sigue escalando en escenarios políticos y mediáticos, muestra que la política exterior será uno de los temas más sensibles y decisivos en los próximos años, especialmente en un contexto donde las tensiones internacionales en el Caribe y Sudamérica vuelven a cobrar fuerza.
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