Federico Gutiérrez, actual alcalde de Medellín, ha perdido la paciencia con el presidente Gustavo Petro y ha manifestado su descontento de manera contundente. En sus declaraciones, Gutiérrez ha señalado que “tenemos un presidente que en vez de ayudar, estorba”, reflejando una frustración creciente que resuena entre diversos sectores de la población y la política colombiana.

Desde que Petro asumió la presidencia en agosto de 2022, las tensiones entre su administración y el liderazgo de Gutiérrez han sido evidentes. Gutiérrez ha criticado de manera consistente las políticas del presidente, argumentando que su enfoque ha generado incertidumbre en áreas clave como la economía, la seguridad y el bienestar social. Según Gutiérrez, las decisiones tomadas por Petro no solo son ineficaces, sino que también complican aún más los problemas que enfrenta el país.

La pelea entre el mandatario local y el presidente Petro se intensificó particularmente por los cuestionamientos en torno a los ataques hacia los habitantes de calle, un tema delicado que ha generado debate y preocupación en la sociedad. Gutiérrez ha defendido la necesidad de abordar la situación de esta población vulnerable de manera integral, mientras que ha criticado la falta de acciones concretas desde la presidencia. La falta de una respuesta coordinada ha llevado a una escalada de tensiones entre ambos líderes, reflejando una discrepancia profunda sobre cómo gestionar este desafío social.

Uno de los puntos más críticos en la gestión de Petro, según Gutiérrez, ha sido la implementación de reformas apresuradas que carecen de un plan claro y que no han sido bien recibidas por la población. Gutiérrez argumenta que estas reformas no solo han fracasado en resolver problemas históricos, sino que también han creado nuevas tensiones en un contexto ya complicado. En lugar de promover un ambiente de estabilidad y crecimiento, la administración de Petro ha exacerbado la polarización política.